ERA YA DE MADRUGADA |
Era ya de
madrugada
no me podía dormir;
la noche no me borraba
los pensamientos de ti;
meditando las palabras
que me quisiste decir,
el alma se me rajaba
el cielo se tornó gris
asomado a la ventana
tus ojos brillantes vi
no distinguía en tu cara
la sonrisa carmesí
Estrella de noche clara
que no brilla para mí
si es en serio que me amas
¿por qué me haces sufrir?
Escucha lo que te habla
mi voz en su frenesí
que no son palabras vanas
las que te quiero decir
que lloran las nieves altas
cuando se sienten morir
después, siendo solo agua,
hieren en su discurrir
Mariposa de luz blanca
alas de blanco marfil,
con tu palpitar arrancas
negros presagos en mí;
te vas cuando llega el alba
te marchas lejos de aquí
y se resiente mi alma
cuando no te ve reír
soñando las horas gratas
que yo nunca te ofrecí,
recordando las palabras
que me quisiste decir
Muere la tarde azulada,
no volverá a resurgir;
si un amor se resquebraja
no se puede revivir
que sus lágrimas empañan
mundos que no tienen fin
y se rompen las montañas
que no supimos subir
mientras la vida cansada
no deja de repetir
aquellas duras palabras
que dijiste sin sentir.
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