TRAS
UNA VENTANA
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Tras una ventana, casi de puntillas
pasa la mañana, triste y compungida,
y mientras las ninfas, calladas y esquivas,
agitan las ramas de viejas encinas
se siente mi alma, cansada y vencida
buscando la tabla que oriente tu vida
Me muevo errabundo a merced del viento,
sufriendo los tumbos de tu vuelo incierto
mientras tu, rotundo, te muestras resuelto
a decirle al mundo que quieres ir suelto
que con dos segundos eres un experto
que controla el rumbo de los elementos
No quiero tu afrenta, ni el rostro crispado
quiero que comprendas y estés preparado
que las cosas serias no las traen los hados
y si no te esfuerzas con lo que te han dado
cuando al fin despiertas el destino ha optado
por cerrar sus puertas y dejarte a un lado.
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