INSTRUCCIONES DE SEGURIDAD Y CONSERVACIÓN
Termómetros de columna
Los cambios en el volumen del bulbo de los termómetros
de columna son producto del comportamiento del vidrio. Estos
cambios pueden originar errores importantes en la medida.
Calentando hasta altas temperaturas el bulbo se expande
de su estado inicial, y después de un corto periodo
de tiempo, aparece una condición de equilibrio correspondiente
a esa temperatura. Si el termómetro se enfría
lentamente, el volumen del vidrio recobrará su estado
inicial y la lectura en el "punto de hielo" no
cambiará. Si el termómetro fuera enfriado
rápidamente el bulbo retendría una porción
de su condición de expansión, y la lectura
del "punto de hielo" sería más baja
que antes de su calentamiento. Este fenómeno es conocido
como "cero o depresión del punto de hielo".
Los termómetros que son calentados a altas temperaturas
se recobran de su "depresión" en una dirección
impredecible y frecuentemente no ocurre hasta después
de algunos años. Los termómetros hasta 100
ºC recobran el volumen inicial en 2 ó 3 días.
Para evitar estos errores será conveniente dejar
enfriar los termómetros lentamente hasta que se alcance
la temperatura ambiente, sin obligarle a cambios bruscos
de temperatura.
Los cuidados a tener en cuenta para los termómetros
de contacto son los mismos que para los de columna propiamente
dichos, además de tener la precaución de actuar
sobre el dispositivo regulador suavemente, ya que si se
maneja bruscamente es fácil partir el hilo conductor
y dejar por tanto, inservible el termómetro de contacto.
Termómetros bimetálicos
Los termómetros bimetálicos, tratados con
cuidado, sin ser golpeados o sometidos a cambios bruscos
de temperatura, pueden conservar su exactitud indefinidamente.
Se garantiza una exactitud de estos de ± 1% a ±0,5%.
El margen de temperatura utilizable es de -184 a 537 ºC.
Termómetros de bulbo
No necesitan ningún tipo especial de mantenimiento,
pero, se les debe aplicar los cuidados generales dados a
todos los equipos de medida.
Termómetros con sonda
La degradación de los termopares o termorresistencias
aumenta en el caso de que estén sometidos a condiciones
de alta temperatura o a atmósferas especiales. Resulta
conveniente por tanto, que las instalaciones térmicas
estén sujetas a un servicio de mantenimiento que
incluya la comprobaciones de los termopares, antes de que
su degradación pueda llegar a los límites
de las tolerancias exigidas. En caso en que se requiera
gran precisión, puede ser necesaria la calibración
de los termómetros en un laboratorio de metrología.
Paralelamente al mantenimiento que se realiza con el uso del
instrumento, debe efectuarse una revisión a fondo en
el momento en que éste se envía a la calibración
periódica. Esta operación se hace por personal
cualificado de Metrología y comprende el desmontaje
de los componentes del equipo (cuando proceda), revisión,
limpieza y puesta a punto del instrumento.
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PREPARACIÓN PARA EL USO
Limpieza
Antes de iniciar una medida de temperatura será condición
primordial efectuar la limpieza del equipo de medida; ya
que, por ejemplo en los termómetros de Hg., la suciedad
depositada sobre la escala graduada impide una lectura correcta.
Así mismo, una sonda sucia introducida en el medio
en el que se va a medir la temperatura, alteraría
las características del mismo.
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REALIZACIÓN
DE MEDIDAS
Se distinguen dos tipos de termómetros de columna,
los de inmersión total y los de inmersión
parcial. Los de inmersión total son aquellos que
para realizar sus lecturas se sumergen en un medio hasta
la división que ha de ser leída. Los de inmersión
parcial son los que se sumergen solamente una parte de la
columna en el medio de medir (la zona especificada por el
fabricante, generalmente la zona sin graduar), viene indicado
con una marca o la profundidad a sumergir, expresada en
mm. No cumplir lo anterior implicaría lecturas erróneas.
La colocación será de forma vertical y la
lectura se realizará en el plano horizontal a la
indicación.
Termómetros bimetálicos
Los termómetros bimetálicos, junto con los
siguientes (de bulbo) se utilizan sobre todo en instalaciones
fijas de proceso.
Termómetros de bulbo
La respuesta de los termómetros de bulbo depende
de muchos factores tales como el tamaño y contenido
del bulbo, material, y manera de instalar el bulbo. La velocidad
de respuesta disminuye cuando se inserta el bulbo en un
tubo de protección. Así, habrá que
elegir un bulbo con un tubo de protección ajustado
si se quiere una mayor velocidad de respuesta.
Termómetros con sonda
Los termopares o termorresistencias se utilizan en instalaciones
fijas y pueden mantener sus características durante
mucho tiempo, pero su precisión se va degradando.
Cuando por necesidades de la instalación, la sonda
se encuentre alejada del instrumento de medida será
necesario utilizar una línea de compensación
cuya constitución dependerá del tipo de sonda.
Los termopares están codificados en colores, para
no usarlos con otros de distintas características.
Es importante, también respetar su polaridad.
Los termistores se utilizan habitualmente en termómetros
portátiles para medidas de temperaturas superficiales
en sólidos, y vienen montados sobre un disco de aluminio,
que se adhiere a la superficie que se quiere medir. Se usan
también en diseños electrónicos para
compensación y control de temperatura.
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