JOSÉ ANTONIO EL VETERINARIO

Erase una vez un niño llamado José Antonio, que vivía con su papá, su mamá y su hermanito pequeño en el campo, en una granja preciosa en la que tenían muchos animales; tenían perros, vacas, ovejas, cabras, cerdos, gallinas, etc.

José Antonio se levantaba muy temprano todos los días para ayudar a su papá y a su mamá. Primero recogían los desórdenes de la casa y lo dejaban todo bien puesto y ordenadito, luego tomaban un desayuno muy rico con fruta, leche y pan y se iban al campo. José Antonio ayudaba a sus papás a ordeñar a las vacas, a las ovejas y a las cabras para obtener una leche estupenda con la que desayunar y hacer muy buenos quesos, también llevaba a pastar a los animales o recogía los huevos de las gallinas y colaboraba en la labranza del campo.

Pero llegó el día en que José Antonio tuvo que ir al colegio y él, no estaba de acuerdo. Lloraba mucho porque quería quedarse cuidando a sus papás y a los animalitos de la granja.

Sus padres le dijeron que tenía que ir para aprender muchas cosas y así, cuando fuera mayor, sabría cuidar y curar a los animalitos no sólo de la granja sino también de otros sitios.
De esa manera, iba José Antonio todos los días contento al colegio.

Aprendía mucho, le hacía caso a su seño, respetaba y jugaba con todos sus amiguitos.

Después del cole fue al instituto y más tarde, cuando se hizo un chico mayor, a la universidad, donde estudió para ser veterinario, que es el médico de los animales. Sus padres se pusieron muy contentos y estaban muy orgullosos de tener un hijo tan listo.

Y así fue como José Antonio dedicó su vida a hacer lo que más le gustaba de pequeño, cuidar de los animales de su granja y de todos los sitios, gracias a su esfuerzo y dedicación.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

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