—
Me da un café con leche corto.
— Se me ha roto la máquina, cambio
- Hola, ¿es aquí el club de imbéciles?
- Sí, pero... ¿qué hace con todo ese estiércol?
- Vengo a abonarme.
- Dios santo, pase, será el líder.
Es Navidad y hay dos tios paseando relajados por las galerías de
un centro comercial.
En esto que ven a un indivíduo, vestido de rojo y con una
enorme barba blanca, que se dirije hacia ellos agitando con su mano
izquierda una campanilla, mientras exclama jovialmente oh, oh, oh.
- Mira, Papa Noe.
- Mamá tampoco.
- Me siento solo.
- Yo también, sentarse es fácil.
- Yo soy ateo.
- Yo anolo, ucho gusto.
- El gusto es ío.